Asegurar la continuidad de la cadena de frío es fundamental para mantener la seguridad alimentaria, especialmente en productos frescos como la carne de vacuno. Este proceso es crucial en cada etapa de la cadena de suministro, desde los productores hasta el consumidor final, pasando por la distribución.
El propósito de mantener la cadena de frío es preservar la calidad del alimento al ralentizar la degradación metabólica de las proteínas y otras reacciones enzimáticas. Al reducir la temperatura, se limita el crecimiento de microorganismos que podrían ser perjudiciales para la carne.
Para obtener más información sobre cómo asegurar la cadena de frío y encontrar productos de calidad, consulte nuestra guía de la carne.